El mercado está sujeto a constante cambio y si hace unos años la tendencia en escritorios de oficina era apostar por las clásicas formas rectangulares con cajoneras, hoy en día son cada vez más los clientes que acuden a nuestra web buscando un escritorio en esquina. La optimización del espacio de trabajo, y la distribución de este buscando el máximo rendimiento y efectividad también en los puestos de trabajo, ha propiciado que se opte cada vez -según el sector- por los escritorios de oficina individuales, en lugar de las largas mesas separadas con paneles. Dependiendo, insistimos, del sector y el trabajo en sí mismo.
Los escritorios en esquina son una de estas nuevas formas populares que se demandan con cada vez mayor frecuencia, por lo que en Oficinas Montiel apostamos por ellos como una forma de adaptarnos a las necesidades que se creen entre nuestra potencial clientela, como llevamos haciendo más de 30 años.
Una mesa de escritorio en esquina permite organizar el trabajo de forma ergonómica y atendiendo a las últimas recomendaciones de expertos sobre la ordenación y separación de las tareas. En los tiempos que corren es prácticamente imposible encontrar un puesto de trabajo de oficina que no requiera el uso constante de un ordenador. Por ello los escritorios en esquina se han vuelto un útil aliado para prácticamente todos los trabajos, ya que permiten la mejor distribución del material que cada trabajador use para cumplir con sus tareas.
Una mesa de escritorio en esquina permite que una de sus partes sirva de soporte para el ordenador y poder usar el resto de forma ordenada y organizada, sin mezclar el material de diferentes tareas en el clásico montón que disminuye la productividad y la concentración. Además, según la opinión de muchos expertos en rendimiento, al concentrar nuestro cuerpo y por tanto toda nuestra atención físicamente hablando hacia el soporte en papel (ya que nos giramos para usar esa ala en concreto de la L que forma el escritorio en esquina) se aumenta nuestra efectividad en el trabajo y disminuyen el estrés, las distracciones y problemas derivados de estos, como los temidos dolores de cabeza o la tensión en el cuello.
