¿Cómo evitar el calor en la oficina?

Durante la época estival es necesario seguir unas pautas para reducir la temperatura en la oficina y conseguir el mayor ahorro posible.

La mayor parte de las oficinas en España disponen de un sistema de climaticación por aire acondicionado debido a la temperatura cálida de nuestro país. No obstante podemos apoyar a este sistema de refrigeración con ciertas pautas que consigan reducir su consumo y mantener la oficina lo más climatizada posible.

Consejos para reducir el consumo del aire acondicionado en la oficina

El primer punto es elegir e instalar un aparato de aire acondicionado con alta eficiencia energética. Este tipo de aires acondicionados (climatizadores) para oficinas y espacios de trabajo tienen la categoría energética A+++.

Elige un aparato de aire acondicionado con las frigorías necesarias para enfriar tu espacio de trabajo. Calcula cuantos metros cuadrados tiene tu oficina, si esta tiene menos de 12 metros cuadrados necesitarás un aparato de 1800 frigorías, si tiene entre 12 y 15 metros cuadrados será necesario un aparato de 2250 frigorías, de 24 a 28 metros cuadrados uno de 4500 frigorías …

Programa el aire acondicionado de tu oficina. Dejar el aire acondicionado encendido fuera de la jornada laboral e incluso los fines de semana puede suponer un incremento muy notable en el gasto energético de la oficina. Usa la programación de horarios del aire acondicionado para provocar su apagado en ciertas horas. También es importante programar el encendido; si en una oficina se realizan turnos de tarde habrá que evitar que durante las horas de mayor incidencia del sol (en la fachada de la oficina) pueda subir la temperatura demasiado.

Elige ventanas aislantes. Las ventanas son los puntos con mayor fuga térmica en la mayor parte de las oficinas. Las ventanas térmicas se caracterizan por disponer de dos láminas de cristal en planos paralelos y dejando en medio una cámara de aire (el aire es un gran aislante térmico). Gracias a este tipo de ventanas lograrás aumentar la eficiencia térmica de tu oficina y reducir el gasto energético.

Usa cortinas que eviten que la radiación solar entre los las ventanas en las horas de mayor incidencia de luz solar durante los meses estivales. Las cortinas más oscuras suelen evitar mejor el paso de luz, sin embargo los colores oscuros son capaces de retener mayor calor debido a que captan la mayor parte del espectro de la luz solar y por ello de su energía. Lo ideal es disponer de una doble cortina: una blanca exterior que refleje gran cantidad de rayor solares y una más oscura para el interior.

Durante las horas de mayor incidencia solar (y por ello las más calurosas) apoya la iluminación con bombillas LED de bajo consumo y que no emitan calor.

Ventila la oficina a horas tempranas de la mañana o cuando haya caído el sol, de esta manera se renovará el aire y se enfriará la oficina de forma natural.

Haz que el aire circule para aumentar la eficacia de los sistemas de climatización. En los espacios cerrados el aire acondicionado suele provocar “bolsas” de aire con diferentes temperaturas. Será de gran ayuda apoyar con ventiladores (cuyo consumo es muy bajo) que provoquen una circulación del aire frío por todos los puntos de la oficina.

El trabajador puede poner de su parte para evitar pasar calor en la oficina:
Vestir ropa corta de algodón o lino, que son tejidos transpirables e ideales para el verano.
Hidratarse con agua fresca frecuentemente servirá de gran ayuda para combatir el calor y para desintoxicar el cuerpo durante la jornada laboral. Además de agua el trabajador puede tomar otras bebidas más apetecibles como tés fríos etc (evitar siempre el consumo de bebidas azucaradas o con gas en la oficina porque pueden provocar obesidad cuando se asocian a una actividad sedentaria y problemas gastrointestinales).
Realizar comidas poco copiosas y ligeras. En verano se recomienda comer platos del estilo de ensaladas (que contengan muchos vegetales que son fuente de fibra y además hidratan). Las comidas copiosas, calientes, con abuso de especias, picantes, etc, suelen provocar digestiones pesadas y un aumento de la temperatura corporal.