En este sentido hoy más que nunca cobran mucha importancia el respeto por las normas de distanciamiento social y sobre todo aquellos elementos que favorecen la protección ante el contagio. En este sentido hay elementos que han venido para quedarse como los sistemas de control de accesos con reconocimiento facial y medición de temperatura, las mamparas separadoras y todos aquellos sistemas que permitan una rápida y eficaz desinfección e higienización de espacios comunes y de las habitaciones o estancias en hoteles. En los hoteles, hospederías, pensiones, albergues… identificamos tres puntos críticos que son el acceso, las zonas comunes y las habitaciones.
Es evidente que el primer punto crítico es la recepción del cliente, ya que es aquí donde el recepcionista a través de un control de accesos dotado con identificación facial y control de temperatura comprobará si ese cliente es apto o no mediante la toma de temperatura. Si este presenta unos valores igual o por encima de 38º podrá ejercerse el derecho de admisión ya que uno de los síntomas totalmente contrastados en el 87% de los casos de coronavirus es la presencia de fiebre por encima de los 38ºC. Situación en la que las autoridades sanitarias recomiendan el confinamiento y la comunicación al centro sanitario de referencia para su estudio y determinación de diagnóstico.
En este sentido lo más conveniente es la instalación de una cámara termográfica en el control de accesos bien sobre el mostrador de recepción o en el hall de entrada al hotel. Uno de los modelos más asequibles, de fácil instalación y con una funcionalidad muy completa es el modelo MCA-2301A, el mejor control de acceso y detección de fiebre con reconocimiento facial a través de una pantalla de 7” HD con sensor Melexis termográfico con un margen de error de menos de 0,3ºC. Además, en el caso de ser un requisito imprescindible el uso de mascarilla la cámara mediante el reconocimiento facial avisa al cliente y al recepcionista de que no lleva la mascarilla y debe hacer uso de ella.
Uno de los elementos indiscutibles como medida de protección anticontagios en cualquier lugar son las mamparas protectoras. En el caso de los hoteles uno de los puntos que más concitan el paso de usuarios es la recepción tanto a la hora del registro o checking como a la hora de la salida o check out. En este sentido una mampara sobre el mostrador se torna imprescindible.
Actualmente podemos encontrar modelos como la mampara de protección Zeus o la mampara de protección cerrada Iris, mamparas en metacrilato o en poliestileno con ranura inferior para el paso de documentos o de otros elementos y que se posan sobre el mostrador de forma sencilla y rápida y que impiden el paso de las gotículas. Otra variante de mampara muy efectiva es el modelo de mampara protectora Ícaro, consiste en una mampara colgante o suspendida al techo o la superficie que sean y que se regula en altura para dejar el espacio suficiente entre el mostrador y la parte inferior de la mampara. El mantenimiento y desinfección de las mamparas de metracrilato y poliestireno no tiene ninguna complicación porque tan solo con una disolución de agua y jabón o bien 20ml de lejía en 1 litro de agua, son suficiente para hacer una completa higienización de la mampara.
Otra alternativa y desde Montiel consideramos una apuesta segura, duradera y resistente son las mamparas fijas o portables de vidrio templado, como el modelo apolo. Estas mamparas se instalan sobre los mostradores de forma fija con pinzas ancladas al mostrador y por la naturaleza del propio vidrio se convierte en un obstáculo natural mucho más resistente que cualquier material plástico como el metacrilato, pvc, poliestireno, policarbonato, etc. Además, su limpieza y desinfección es mucho más versátil que la de los materiales plásticos, ya que sobre el vidrio se puede aplicar amoniaco, limpia superficies o productos de limpieza con base alcohólica o hidroalcohólica. Las mamparas de vidrio templado son una apuesta segura dado que las normas de protección y seguridad sanitarias han venido para quedarse y formar parte de una nueva forma de interrelación con el cliente.
Si es cierto que a nivel gubernamental no existen unas normas claras de cómo hay que operar en estancias comunes como la cafetería o el restaurante de un hotel pero ante este vacío, la aplicación del sentido común es quizás la norma a aplicar más adecuada.
Como primera medida la limitación del aforo y la distancia social de 2 metros entre usuarios es básica, así como el uso de mascarilla e incluso de pantalla o visera protectora. Y después la separación de comensales mediante biombos o pantallas separadoras como el modelo Aura. Y sobre la mesa puede instalarse una mampara modelo Zeus que a modo de separador evite contagios. En las barras se puede instalar mamparas protectoras colgantes modelo Ícaro o bien suprimir el servicio en barra y solo ofrecer servicio en mesa. Otro elemento por determinar y que es motivo de satisfacción para muchos usuarios es el bufé libre de la hora del desayuno que probablemente se tendrá que suprimir o limitar el acceso.
Las medidas a adoptar en las estancias son fundamentalmente de higiene y desinfección una vez se ha producido la salida del usuario de la habitación. En este caso habría que realizar una desinfección en profundidad en tiempo récord para poder garantizar la rotación y disponibilidad de la habitación. Ante este desafío muchos responsables hablan de sistemas de fumigación rápida, utilización de ozono o bien la desinfección mediante bomba de humo o de niebla. Mediante la instalación de un pequeño dispositivo programable se lanza una bomba de humo o niebla cuando la habitación ya está hecha y recogida, que en su composición tiene elementos desinfectantes que eliminan de todos los rincones posibles virus residentes en las superficies. Durante aproximadamente 30 minutos que dura este efecto, la habitación queda higienizada sin provocar ningún residuo ni mojar o humedecer ninguna superficie.
Algunas fuentes hablan de habitaciones en cuarentena, ropa de cama y toallas desechables y de un sinfín de teoría y propuestas pero al final la solución pasa por un sistema que permita de modo sencillo, accesible y rápido la higienización de la estancia.